Encuentro con el Pasado

Humilde rincón por donde asomarse a la Historia y al Arte llevado por mi, una Historiadora del Arte y Restauradora de Obras de Arte.

miércoles, 8 de julio de 2015

Los Madrazo, Talento heredado.



Con motivo del II Centenario del Nacimiento de Federico de Madrazo y Kuntz se realizó un especial en la sección de Patrimonio de QueAprendemosHoy.com en febrero sobre él ,y en  junio se hizo otro dedicado a la familia. Los artículos estaban firmados por mí, y como no siempre se puede contar lo que uno quiere por cuestión de espacio, es aquí donde quiero explayarme un poquito más. Al final de esta entrada se encuentran los enlaces de los artículos mencionados, y otro relacionado con Cecilia de Madrazo y Garreta de Alegra García también  para el mismo medio. 
Esta entrada no estará dedicada en exclusiva a Federico de Madrazo y Kuntz, sino a toda la saga de los Madrazo. Una saga de artistas bien posicionados, llenos de talento y elogiados en su tiempo. Una saga de artistas que pertenecieron a las instituciones más relevantes de su tiempo en el campo de las artes, como fue el Museo del Prado o la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
José de Madrazo y Agudo (1781-1859) será el primero de todos ellos, siendo padre, abuelo y bisabuelo de artistas. Fue pintor de cámara de Carlos IV y Fernando VII, estuvo vinculado al Museo del Prado como director y a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando como profesor y director. Gran retratista de su época, cabeza de la pintura neoclásica en España. Fue, además, uno de los primeros en introducir la litografía en España.
Autorretrato de José de Madrazo y Agudo, h.1840. Museo del Prado.
Estudió con Gregorio Ferro, quien le enseñó el estilo y técnica de Anton Raphael Mengs, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. A partir de 1803 estudió en París, con Jacques-Louis David, donde se formó como verdadero pintor neoclásico y donde entabló amistad con Ingres.
 De París fue a Roma, en 1806, convencido por su maestro, para estudiar las obras clásicas al natural. Allí le sorprendió la guerra de España, y, al negarse a reconocer a José Bonaparte como legitimo rey, hubo de ir a prisión.  No viajó solo, lo hizo con su buen amigo Ingres. Estando en Roma en 1809 se casó con Isabel Kuntz y Valentini, hija del pintor Tadeus Kuntz.
En 1816 fue nombrado pintor de cámara del rey Carlos IV, durante el exilio de éste. Para José de Madrazo fue un gran estimulo para su carrera los encargos que realizó para Carlos IV en Roma.

Carlos IV, rey padre. h. 1825. Palacio Real de Aranjuez.

A su vuelta a Madrid, en 1819, regresa como maestro indiscutible de los jóvenes representantes de la pintura neoclásica.  Este tipo de pintura tuvo tres grandes representantes: José de Madrazo, José Aparicio y Juan Antonio Ribera. José de Madrazo fue, sin duda, la cabeza del grupo, el artista más representativo y el iniciador de una dinastía de pintores que se mantuvo en el tiempo.
Estuvo en constante relación con el Museo del Prado desde su llegada a Madrid, en su condición de pintor de cámara primero y después como director de la institución. Entre sus años como director del Museo del Prado destaca la formación del catálogo de la escultura en colaboración con F. Elías y J. Tomás. En su etapa también se trasladó  el Tesoro del Delfín del Gabinete de Historia Natural al Real Museo, hecho que causó mucho revuelo en su tiempo. Además en 1853 se inauguró la Sala de la Reina Isabel como salas de obras maestras de pintura y escultura.
Fue además un excelente profesor en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que se preocupó de los adelantos de la enseñanza en la escuela, hizo restablecer las pensiones a Roma en 1848 y que dirigió siempre los trabajos de sus alumnos con un eclecticismo prudente, y además recomendaba a los jóvenes estudiantes el estudio de Velázquez , Murillo, de los venecianos o de Rubens.
Fue uno de los primeros en introducir la litografía en España, de hecho fue director del Real Establecimiento Litográfico. Creó un catálogo en el que se reproducían en litografía todas las pinturas principales presentes en el Real Museo.
Alcanzó una posición destacada en el arte y sociedad de su época. Cultivó el género clásico de la historia antigua, el género religioso y el retrato.
La muerte de Viriato. 1870. Museo del Prado.

Sus hijos Federico, Luís, Pedro y Juan heredaron el talento familiar, y gracias a eso y a la posición destacada de su padre lograron establecerse en lo alto del panorama artístico de su época.


Federico de Madrazo y Kuntz ( 1815-1894) Nació en Roma estando su padre al servicio de Carlos IV como pintor de cámara, fue bautizado en San Pedro del Vaticano y apadrinado por el príncipe Federico Augusto I de Sajonia. En 1819 vuelve la familia a España cuando es nombrado su padre pintor de cámara de Fernando VII. Su padre llegó a ser profesor y director de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y director del Museo del Prado. En este ambiente tan privilegiado creció Federico, lo que propició que desde joven desarrollara sus dotes como artista. 

Autorretrato de Federico de Madrazo y Kuntz, 1840. Museo Goya, Castres.

Federico fue un pintor precoz, ingresó como académico de mérito en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con tan solo 16 años. En 1832 va a París a estudiar pintura con Ingres, amigo de su padre, con quien adquiere un estilo romántico a la manera francesa. En 1840 se va a Roma, donde entra en contacto con el grupo nazareno y en especial con Overbeck. En 1842, terminada su estancia en Roma y cargado de laureles y de prestigio, se establece definitivamente en Madrid. Comenzó su carrera como pintor de historia para posicionarse como uno de los retratistas de mayor prestigio en el ambiente de la corte y la aristocracia de Madrid, París y Roma. Fue sin duda la máxima figura del retrato español de la segunda mitad del siglo XIX,  el gran retratista oficial de la época isabelina, ya que fue pintor de cámara de Isabel II.

Isabel II, 1849. Museo del Romanticismo, Madrid.

Pero no solo fue el gran retratista del momento en España, sino que fue dos veces  Director del Museo del Prado y nueve veces Presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En 1860 aceptó asumir la dirección del Museo Real de Pintura y Escultura hasta 1868, cuando fue destronada Isabel II con la Revolución Liberal, y no retomó tal dirección hasta 13 años después, ya restaurada la monarquía, así en 1881 fue llamado para la dirección del nuevo museo llamado Museo Nacional de Pintura y Escultura del Prado. Fue Director del museo hasta casi la fecha de su muerte en 1894. Cuando asumió el cargo fue consciente de la proyección internacional que tenia el museo y remodeló las instalaciones y planteó reordenaciones. Así dedicó la galería principal a lo más representativo de las escuelas italianas y española. También  amplió plantilla para mantener el museo en optimas condiciones y atender adecuadamente al público. Otra de sus preocupaciones fue el incremento de los fondos.
Sus dotes excepcionales de dibujante y de pintor, la situación privilegiada de su padre dentro del arte de su tiempo y la completa y rigurosa formación que disciplinó su talento, le pusieron en condiciones únicas para llegar a ser el pintor de mayor prestigio e influencia de su tiempo en España. La saga de los Madrazo comenzó con su padre José de Madrazo, continuó con sus dos hijos pintores ( Raimundo y Ricardo), y casó a una de sus hijas con Mariano Fortuny, por lo que es el abuelo de Mariano Fortuny y Madrazo.

Federico de Madrazo murió a los 80 años y fue, sobre todo, el gran retratista de la época isabelina, inmortalizando la sociedad española de su época y a una aristocracia mundana, en cuyas bellezas encontramos reflejados los cambios de sensibilidad de varias generaciones.
 
La Condesa de Vilches, h.1853. Museo del Prado.

 
Eduardo Rosales, 1867.

Pedro de Madrazo y Kuntz (1816-1898) fue pintor, escritor y crítico de arte español. Su ocupación como escritor y crítico le restó tiempo para dedicarse con mayor profundidad a la pintura.  Vivió varias décadas en París donde entabló relación con Alejandro Dumas y Víctor Hugo.
Junto con su hermano Federico fundó la revista “El artista”. Fue miembro y director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, así como de la Real Academia de la Lengua y la Real Academia de Historia. Trabajó más de 50 años en el Consejo de Estado, donde desempeñó funciones como las de abogado fiscal, consejero o presidente interino.
Fue autor de todos los catálogos oficiales de pintura del Museo del Prado, sobre los que se había reservado la exclusiva de la publicación y explotación comercial. Fue uno de los grandes nombres de la historiografía de la pintura española en las décadas centrales del siglo XIX , y uno de los historiadores españoles de su época que contribuyeron más intensamente al estudio de las obras del Museo del Prado y a la difusión de su conocimiento.


Luís de Madrazo y Kuntz (1825-1897), se formó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en 1848 obtuvo , por oposición, una plaza como pensionado de Roma.  Allí , por mediación de Antonio Solá, conoció a F. Overbeck, que le influyó en la forma de interpretar sus obras siguiendo la estética nazarena.
Colaboró en 1845 como dibujante en la publicación El Seminario Pintoresco.
Como la mayoría, asistió con regularidad a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, en concreto a las de 1848,1851 y 1852. En esta última presentó la que es considerada su obra maestra: “El entierro de santa Cecilia”, cuadro que se expuso con gran éxito en la Universal de París de 1855.

Entierro de Santa Cecilia , 1852. Museo del Prado.

Continuó cosechando éxitos en las Exposiciones Nacionales de 1856, 1862 y 1864. Fue nombrado académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y profesor de “dibujo histórico” y de “drapeado”, desde 1880.
Viajó a París, Venecia, Múnich y en la década de 1890 se instaló en Pompeya junto a los pintores B. Montañés y F. Sainz. A su vuelta a España desarrolló su carrera como docente en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. También se introdujo en los ambientes artísticos madrileños de la mano de su padre y de su hermano Federico, con el que colaboró en el Museo del Prado.
 
Retrato de Cecilia de Madrazo y Garreta, 1880. Colección particular.

Juan de Madrazo y Kuntz (1829-1880) en contra de la vocación familiar, se dedicó desde muy pronto a la arquitectura, haciendo sus primeros estudios con el arquitecto del Palacio Real, don Domingo de Lafuente, hasta que fue creada la Escuela de Arquitectura en 1846, cuando ingresó en ella.
Obtuvo su título en 1853 y sacó cátedra en la Escuela de Maestros y Obras de Valencia, cuando se suprimió dicha escuela pasó a la Escuela de Aparejadores y Agrimensura , publicando por aquel entonces un tratado.
Obras destacadas suyas son el palacio madrileño del conde de Villagonzalo y que comúnmente se llama del conde de la Unión de Cuba ( 1866), o la restauración de la fachada de las Calatravas en 1858.Otra de sus restauraciones con mayor controversia fue la llevada en la catedral de León. Pero no solo a él le causó disgustos, a sus antecesores también. Había una cierta desdicha que se cernió sobre aquellos arquitectos que pusieron sus manos en la catedral, saliendo mal parados de aquel esfuerzo entre inútil y desafortunado, pero necesario, por salvar la Pulchra Leonina. Para este apartado recomiendo GONZÁLEZ-VARAS IBÁÑEZ, I.,  La Catedral de León, Historia y Restauración (1859-1901), editado por la Universidad de León, 1993.


Raimundo de Madrazo y Garreta ( 1841-1920) fue hijo de Federico de Madrazo y Kuntz.  Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo como maestros a Carlos Luís de Ribera y Carlos de Haes. Marchó a París en 1860, siendo allí discípulo de Léon Coignet. Participó por primera vez en la Exposición Universal de ese mismo año. Residió en París gran parte de su vida, siendo una figura destacada de la escuela de pintores españoles en París. Tuvo un gran reconocimiento en Francia, se convirtió muy pronto en uno de los pintores predilectos de los círculos del gran mundo en París, sobre todo a su facilidad para el retrato, de aristocrática elegancia, modelado suave y fondos abocetados y de ejecución suelta.
Retrato de Raimundo de Madrazo y Garreta realizado por su padre Federico de Madrazo y Kuntz, 1875. Museo del Prado.

Los temas de su obra son principalmente retratos, siempre alegres y optimistas. Fue considerado uno de los retratistas más consumados de su generación

La actriz María Guerrero como "Doña Inés", 1891. Museo del Prado.
 
Travesuras de la modelo, h.1885. Museo Carmen Thyssen de Málaga.
Creció en un ambiente idóneo para su formación pictórica, heredando las dotes retratísticas de su padre y su abuelo. Realiza también cuadros costumbristas y de género, influido por su cuñado Mariano Fortuny.


Ricardo de Madrazo y Garreta (1852-1917), hijo también de Federico de Madrazo y Kuntz. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, teniendo como maestros a su padre entre otros.
En 1866 entró en contacto con Mariano Fortuny, su cuñado, quien influiría en su vida y su pintura. En 1867 le acompañó a Toledo y en 1868 a Roma, donde asistió a la Academia Chigi. En 1869 se estableció en París, junto a la familia Fortuny. Completó su formación copiando cuadros de los museos del Louvre y de Luxemburgo, al tiempo que trabajaba en el estudio de su cuñado.
Entre los años 1870 y 1872 se vieron obligados Ricardo, Fortuny y su esposa( Cecilia de Madrazo) a volver a España por la Guerra Franco-Prusiana, y se establecieron en Granada.

Guerrero árabe junto a una fuente, 1878.

Retrato de Antonio Cánovas del Castillo, 1896. Palacio del Senado.

A la muerte de Fortuny en 1874, Ricardo se hizo cargo del estudio de su cuñado, de la catalogación y subasta de las obras. Después  alternó sus estancias en Tánger, París y Madrid. Aunque en 1885 se estableció definitivamente en Madrid , aunque viajaba anualmente a Venecia y París. A partir de aquel año se dedicó al retrato, pasando por su estudio personajes tan ilustres como Lázaro Galdiano o la reina María Cristina.


Mariano Fortuny y Madrazo (1871-1949), hijo de Mariano Fortuny y de Cecilia de Madrazo y Garreta. Fue pintor, fotógrafo, grabador, diseñador textil y escenógrafo español. Fue comisario vitalicio de la Bienal de Venecia y académico de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
 
Autorretrato de Mariano Fortuny y Madrazo,1947. Museo del Prado.
En 1891 estableció su primer taller en Venecia y poco a poco se fue interesando por la escenografía y la investigación de técnicas lumínicas aplicadas a las artes escénicas y a las galerías de arte. Trabajó en varias decoraciones para numerosos teatros internacionales.  Fue un gran impulsor de la renovación escénica, pretendía mezclar sobre la escena sus colores y pintar en el teatro como en una paleta.
Como grabador se centró en temas wagnerianos y shakesperianos, así como en paisajes granadinos.




Así pues de manera general se ha hecho un recorrido por esta familia de grandes artistas. Una saga bien posicionada en la sociedad de su época, que ocupaban grandes cargos en importantes instituciones y con muy buenas relaciones con pintores de su misma generación. La familia Madrazo reunió influencia y talento, de hecho en ocasiones su fuerza se hizo sentir con excesiva y cerrada autoridad y no siempre bien tolerada por algunos contemporáneos.
Para terminar, en un futuro se abrirá un museo dedicado a los Madrazo. Este Museo de los Madrazo estará situado en el histórico Palacio de los Casado , en Alcalá de Henares, que actualmente continua en rehabilitación. Su colección estará formada por una serie de más de 80 cuadros que pertenecieron a la familia y que en el 2006 fueron donados por los descendientes ( Familia Daza) como forma de pago de impuestos a la Comunidad de Madrid.  La colección fue presentada al público madrileño en 2007, en el 2010 se inauguró una exposición con el contenido de lo que sería el Museo en Alcalá de Henares, en el antiguo Hospital de santa Rita. Asique en un futuro en el espacio elegido se acogerá esta colección, una colección  que constituye un legado de la familia más influyente del arte decimonónico español.                                           




Bibliografía|
  •  Catálogo de la exposición Los Madrazo: una familia de artistas, Museo Municipal, Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, 1985.  

  • Gonzalez Zymla, H., Perez Sanchez, A., Catálogo de pinturas de la Real Academia de la Historia, editorial Real Academia de la Historia, 2003.
  • Lafuente Ferrari, E., Breve Historia de la pintura española, vol. 2, Ediciones Akal, 1987. 
  • Preckler, A.M., Historia del Arte universal de los siglos XIX y XX. Vol. I, Editorial Complutense, 2003. 
  • V.V.A.A., Manual del Arte Español, Silex Ediciones, 2003.









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